Sorprende gratamente seguir
recibiendo visitas a pesar de que Edgar lleva meses desparecido. La historia se
resume en muy pocas palabras: herr Pineda supo a la vuelta del verano, y a la
vuelta de sus vacaciones en Barcelona, que no sólo regresaba a Austria, sino
que iba a tener su propio austriaco. La noticia fue celebrada y, como si el
pequeño Pineda estuviera ya ahí, demandando todo lo imaginable, el tiempo se
transformó en otra cosa, en algo que transcurre a toda velocidad mientras uno
resuelve a contrarreloj asuntos pendientes, asuntos que no se pueden explicar
en un blog por demasiado íntimos o demasiado aburridos, pero que absorben las
horas y los minutos y hasta los segundos, todo tomado por una febril necesidad
de prepararse interiormente, como quien monta una cuna durante nueve meses,
para poder acoger al nuevo fichaje con energías renovadas y el horizonte
despejado.
Ya sólo quedan dos meses. Hay
intención de volver por aquí, de arrancar una second season. Probablemente con otros temas y por lo menos un
nuevo personaje, un pequeño mundo dentro del mundo al que hasta ahora estábamos
habituados.
Todo se ha detenido porque todo tiene que volver a
empezar.
Hasta pronto,
Edgar
Spoiler: creo que será un dragón, de los buenos (todos sabemos que esto es una serie comercial).