Hace
unos meses un conocido científico le explicó a Edgar que el animal más
peligroso de Europa son las garrapatas. No es para menos.
Copio de Wikipedia:
Los ixodoideos (Ixodoidea) son una superfamilia de ácaros, conocidos
vulgarmente como garrapatas. Son ectoparásitos hematófagos (se alimentan
de sangre) y son vectores
de numerosas enfermedades
infecciosas entre las que destacan el tifus o la enfermedad de Lyme.
(…)
Las garrapatas de la familia Ixodidae son comúnmente
conocidas como garrapatas duras. Atacan a numerosos mamíferos, incluido el ser humano.
(…)
Pueden esperar
semanas o incluso meses antes de hallar un huésped
adecuado. Cuando se encuentran con uno apropiado trepan sobre él (algunos se
dejan caer desde la vegetación alta), y por medio de sus quelíceros, perforan la piel y empiezan a
succionar sangre; su
cuerpo se hincha hasta tal punto que segrega un pegamento para pegarse al
huésped y seguir comiendo al máximo.
La garrapata se termina soltando del
animal cuando se llena, pero esto puede tardar varios días. En su boca, las
garrapatas tienen una estructura que les permite engancharse firmemente al
lugar del que están chupando sangre.
Muy interesante.
Pero
más interesante es que las peores garrapatas de Europa, es decir, las que
generan borreliosis (y los consecuentes
síntomas que van desde la fiebre y el dolor en las articulaciones hasta la
encefalitis, alucinaciones y la muerte), viven en Alemania, Suiza y Austria, y
por ello se entiende que aquí les tengan un especial temor.
Aunque más revelador es que garrapatas, en el centro de Europa, ha habido siempre, pero las verdaderamente
peligrosas, dicen en Austria, son unas garrapatas que vienen del Este. El
primer síntoma de que estas garrapatas del Este han venido a chuparles la
sangre, dicen los austriacos, suizos y alemanes, es una marca roja sobre la
piel que se llama Erythema chronicum migrans.
Migrans,
como es obvio, viene del Latín: genitivo migrantis y del verbo migro (ir hacia otro lugar, cambiar,
transgredir, violar).
Todo
bastante feo, bien mirado. Y lo peor es que las hordas enemigas del Este que
vienen a extender sus manchas rojas tienen ahora otras competidoras que viven mucho
más cerca y son igualmente migrantes y peligrosas: son las Riphicephalus Sanguineus, portadoras de la temida Fiebre Botonosa Mediterránea.
Y se ve que hay muchas haciendo las maletas.
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